Otro modelo de Jardinería de aquí al año 2050

Según la Oficina Española de Cambio Climático y la Fundación Biodiversidad a través de Adaptecca, la Plataforma para la Adaptación al Cambio Climático, España incrementó su temperatura tanto que en 2050 se prevé que en agosto de 2050 en ciudades como Lugo la temperatura llegue a los 45ºC como norma. Esto implicaría veranos en Andalucía de temperaturas continuadas de entre 45-50ºC con menor precipitación anual y en las grandes ciudades, rodeadas de ladrillo y hormigón temperaturas de hasta 7ºC más puntualmente. (Puedes ver aquí el vídeo del tiempo en TVE un día de agosto de 2050).

Esto implicará en algunos casos, por ejemplo que en Andalucía en la que vive, las lluvias pueden disminuir hasta un 7%. El agua será aún más considerada un lujo, esta vez, de verdad. Deberemos regar de forma inteligente y, sobre todo, en muchos casos no regar. Los jardines deben evolucionar.

Parques, jardines, zonas verdes, calles, cinturones verdes… Todos ellos y nosotros con ellos, debemos evolucionar hacia otro modelo de jardinería más eficiente, más sostenible, más diversa y más interesante.

Arboricidio por riego continuado por poner un ejemplo.

Los árboles de muchos parques públicos plantados en un prado de césped o rodeados de arbustos con riego por goteo regados todos y cada uno de los días del verano es probable que con este cambio climático no aguanten muchos veranos sin riego. Y que un buen día mueran y nos sintamos sorprendidos por ello, sin nosotros querer entender porqué.

La razón de su muerte se debe a que al regar en superficie día sí y día también, durante toda su vida, y no cavar el suelo durante los primeros años de vida de éste, hace de las raíces unas mal criadas en casi el 100% de los casos. Viviendo encantadas con su abono en superficie y con su agüita rutinariamente colocada a sus pies a vasitos, no trabajan, no profundizan, no buscan su alimento, su comida… Son como la rosa del Pequeño Príncipe. Viven en una preciosa urna de cristal.

En un jardín privado, pueden vivir como un museo de bellos ejemplares mal criados, hasta que haya cortes de agua. En la jardinería pública es un agravio que se moverá por las redes sociales como la pólvora, si en lugar de a un árbol, le pasa a todos los árboles de una esplendorosa y verde pradera de césped, en un hermoso parque conocido y querido por los ciudadanos.

La catástrofe tiene solución. Pero hay que dedicarle tiempo. No sirve acolchar, poner un plástico o una malla y olvidarse. Por eso la tarea del jardín debe valorarlo más si cabe. Cavar y escarbar las plantaciones semana si, semana no, durante el primer año de una plantación, reducir la frecuencia el segundo y conseguir que el jardín vaya casi sólo a partir del tercero realmente es un maravilloso trabajo bien hecho. Pero ojo, hay que valorarlo cómo merece. Piense en el dolor de riñones que usted implicaría todos los lunes y que le complicaría sumamente incorporarse para salir de la cama durante este largo primer año ¿Cuánto pagaría por ello el primer año?. Y, sobre todo, piense que esa inversión, esa paciencia, le llenará de orgullo cuando en verano usted sólo riegue una vez al mes y tenga, si es lo que le gusta, un montón de flores también.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
inclinadas3