Hacía poco que habíamos estado en la Floriade del 2002, en Holanda, en estos lugares siempre se pueden observar las tendencias en jardinería, el diseño y las necesidades de los clientes. Sacamos algunas de las ideas que después aplicamos a este trabajo.
Durante un almuerzo que nos ofreció el cliente trazamos un borrador del que podría ser el jardín, el cliente quedó cautivado por la sencillez de líneas y por los materiales utilizados.
Trabajamos el lugar a partir de unos bocetos hechos aquella misma mañana y el resultado es un proyecto con ritmo, unido a la vivienda, por las líneas maestras y los colores utilizados en el pavimento.
Pavimentos en el sentido de paso, plantas enredaderas -bellas por su floración-; tejos, uno caducifolio y un ciprés, tienden a tocar el cielo.
Todo esto forma este espacio sostenible y de bajo consumo de agua.
2002
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